Abel Aguilera: “Cuando le ves las orejas al lobo tienes dos opciones: deprimirte o querer crecer como persona”

La historia de Abel Aguilera es de esas que sorprenden a quien la escucha. De apenas practicar deporte, a completar el Ironman de Lanzarote, el Ultraman de Australia y una reciente travesía al lago Ness. Pero en medio, un punto de inflexión: un diagnóstico de linfoma que le cambió las perspectivas y la forma de ver la vida. El camino no fue fácil, pero ya recuperado, quiere dar un mensaje de esperanza a todo el que lo conoce: se puede seguir adelante. A él le ayudó el deporte, y a día de hoy sigue superando los miedos que le quedan. Una historia que parece de película pero que es real como la vida misma.

  1. Tu historia es increíble. De apenas practicar deporte, a terminar un Ironman y un Ultraman. ¿Cómo te atreviste a marcarte semejantes retos?

Sobre todo, creo que creyendo en mí mismo por encima de todo, teniendo mucha autoconfianza y también algo que me impulsó mucho fue el que de alguna manera, haciendo lo que hice en su momento pudiera dar cierta esperanza para demostrar que se puede conseguir todo lo que uno se proponga en la vida. Con determinación, con esfuerzo, con trabajo, y poder transmitir eso. Que por muy mal que te vayan las cosas y por muy mal que se pinte la situación en un determinado momento puedes salir adelante, superarte, y poder llegar a ser la mejor versión de uno mismo y ser mejor persona en definitiva. En mi caso ha sido a través de retos deportivos, pero bueno, puede ser con cualquier tipo de reto, del día a día y demás. Y también con mucha ilusión, la ilusión de ver que me estaba recuperando y de que podía hacerlo. La ilusión, yo creo, es lo que me dio el combustible entre comillas, para poder plantearme lo que en principio me planteé y después poder trabajar en ello y al final pude conseguirlo.

  1. Cuando te diagnosticaron la enfermedad, ¿cómo te cambió la perspectiva aquella noticia?

Pues imagínate, una noticia así te cambia radicalmente la forma de ver la vida. Además lo mío fue muy rápido, porque yo estaba perfectamente y de la noche a la mañana me vi que tenía el cuello hinchado, y que me costaba trabajo respirar. Entonces a partir de ahí empezaron a hacerme pruebas, y llegó el momento en que me hicieron el TAC y me detectaron que tenía un tumor maligno en el pecho, que finalmente fue un linfoma. La espera fue, imagínate, la espera para que diagnosticaran lo que realmente después fue, porque no se sabía en un principio lo que era y pintaba muy mal, pintaba muy mal. Yo creo que de lo peor, es lo mejor que podía tener. Entonces pues claro, una noticia así es un mazazo, pero un mazazo enorme a todos los niveles, sobre todo a nivel psicológico. En aquel momento yo tenía 34 años, un niño pequeño de año y medio, muchos proyectos personales y también profesionales por delante, me iba a casar en ese momento, y que te digan que tienes un cáncer, en este caso, y que no se sabe qué es lo que puede pasar pues me vine abajo totalmente. Ahí te das cuenta de lo vulnerable que somos como personas y te das cuenta de lo que es realmente importante en la vida, que es tener salud. Lo demás es todo secundario. Yo creo que fue un momento de pánico, de pánico totalmente cuando me lo dijeron. Porque el cáncer, el cáncer es todavía una palabra tabú en la sociedad y claro, cuando te dicen algo así lo primero que piensas es que te vas a morir, cuando realmente no es así o no tiene por qué ser así. En mi caso afortunadamente no ha sido así y me he recuperado totalmente. Pero cuando piensas que te puedes morir y le ves las orejas al lobo es cuando te das cuenta realmente de lo importante que es tener salud y de que lo demás es todo muy secundario. Así que bueno, un mazazo muy, muy fuerte, la verdad.

  1. Hace poco cruzaste también el Lago Ness a nado. ¿Por qué el Lago Ness y no cualquier otro?

El reto del lago Ness, el eslogan del reto del lago Ness, ha sido “juntos contra el miedo”. Entonces ha sido un reto solidario, en colaboración con la fundación Andrés Olivares, de Málaga, que ayuda a niños que tienen cáncer  y les da soporte de todo tipo a los niños y a sus familiares. Después del Ironman y del Ultraman me propuse afrontar los miedos que yo pudiera tener en el día a día y a nivel deportivo, el principal miedo que yo siempre he tenido ha sido el nadar en aguas profundas, y el nadar sin saber lo que hay debajo. Surgió el tema de “juntos contra el miedo” para, a través de la travesía en el lago Ness, poder demostrar que se puede superar un miedo, de que se puede afrontar y de que se puede superar. Y eso, realmente el miedo porque yo pienso que el miedo es lo que nos limita a ser mejor personas de lo que realmente somos. Entonces lo enfoqué de una manera con el reto solidario, también para poder transmitir el miedo que pueden estar sufriendo esos niños que están malitos y sus familiares, y el poder dar esperanza de que se puede superar un miedo perfectamente. Entonces, en mi caso personal era a nivel deportivo, buscar un reto deportivo que pudiera superar yo ese miedo. A mí me gusta mucho la natación, y pensándolo dije bueno, qué es lo que más miedo me puede dar nadando en el mundo. Pues dije mira, el lago Ness. ¿Y por qué el lago Ness? Porque yo creo que era el entorno idóneo para ello, por la propia historia que tiene aquello, de la leyenda del monstruo del lago Ness, de Nessie, y también por las condiciones del propio lago. Condiciones de frío, de viento, de oleaje, de corrientes, de lluvia en un momento dado. Entonces yo quise enfocarlo en torno a un proyecto o a un reto de superación de miedo, y yo creo que el lago Ness ha sido lo idóneo para darle forma a este proyecto.

Abel en el Ironman de Lanzarote.
  1. ¿Qué han supuesto para ti estos últimos años a nivel psicológico?

A nivel psicológico sobre todo, estos años he crecido mucho como persona, también a otros niveles. Pero sobre todo a nivel psicológico porque como he dicho antes, cuando le ves las orejas al lobo tienes dos opciones: o quedarte en un punto bajo de ánimo, de moral y de depresión, y de ansiedad y demás, que yo también lo pasé en su momento, o a partir de la recuperación empezar a querer crecer como persona. Entonces yo opté en su momento por seguir creciendo y seguir mejorando, y hoy día puedo decir que la enfermedad me sirvió para darme cuenta de muchas cosas y que con ilusión y esfuerzo puedes conseguir lo que te propongas en la vida. A nivel psicológico pues creo que he reforzado muchos valores y he reforzado la parte más psicológica de mi persona. Valoras muchísimo los pequeños detalles de la vida, y creo que lo más importante es eso, valorar la salud, que cuando te falta y cuando te falla es cuando te das cuenta de lo realmente importante que es eso, el tener salud en la vida. El afrontar también cada día, desde que me levanto hasta que me acuesto con ilusión, con ganas, con esfuerzo, con motivación y ese aprendizaje diario, sobre todo poder transmitirlo, el poder dar una esperanza a las personas que están bajas de ánimo, o con problemas, o con cualquier tipo de limitación, porque yo también pasé por eso y entiendo a la gente que está mala, con depresión, con ansiedad, porque yo pasé por esos momentos y son momentos muy duros y muy complicados. Y desgraciadamente hay personas que eso no lo superan. Entonces mi idea y mi intención con todo esto que he hecho, con los retos deportivos y demás ha sido eso, el poder transmitir que se puede superar, aunque uno no lo crea. Porque cuando está en momentos bajos de moral y de ánimo piensa que no puede superar eso, que no va a volver a ser entre comillas una persona normal, y yo lo quiero es dar a entender, a conocer, que sí se puede, y que es posible. Entonces a nivel psicológico eso, el crecimiento como persona y el poder decir que intento a diario ser la mejor versión de mí mismo, y eso me lo proporciona a mí el punto de inflexión con la enfermedad.

  1. ¿Y a nivel físico?

A nivel físico pues ha sido un cambio muy importante. Yo en su momento llegué a unos niveles de malestar y de deterioro, sobre todo por los tratamientos y por la quimio y la radioterapia, también tuve dos pericarditis durante el proceso del tratamiento. Vamos, que estaba hecho una mierda, con perdón de la palabra. Pensaba que no iba a poder hacer más deporte en mi vida, era impensable. De hecho, cuando salí del hospital y ya estaba libre de tratamiento y demás, yo tengo un gimnasio, me vine al gimnasio, me subí en una bicicleta estática y no pude estar ni cinco minutos en la bici. Ni cinco minutos. Me ahogaba, malas sensaciones y ahí me vine abajo de una manera que digo bueno, esto qué es, qué ha sido de mí en todo este tiempo. Pero qué hice, al día siguiente me vine otra vez al gimnasio y me subí en la misma bici siete minutos. Y al otro día ocho minutos, diez minutos, y así poco a poco fui cogiendo confianza en mí mismo al punto de que, con paciencia y con trabajo iba a poder recuperarme poco a poco y así fue. Empecé a dar clases de spinning a los dos o tres meses, y posteriormente empecé a hacer deporte al aire libre y es cuando me planteé hacer el Ironman. Realmente me encuentro mucho mejor que antes porque el tumor que yo tenía y las limitaciones que yo podría haber tenido, aunque no me daba cuenta en su momento, pues eso seguro que me estaba afectando. Pues entonces al quedar libre de esa carga en mi cuerpo pues yo lo noto, a día de hoy yo me siento mejor físicamente que antes. Y eso, sobre todo en la recuperación, en la intensidad que a lo mejor puedo llevar a la hora de hacer un entrenamiento, en la propia piel, en todo. Yo, aunque un tratamiento de ese tipo te deja hecho polvo, después, cuando he empezado a recuperarme, he notado que a nivel físico ha sido un cambio radical en mi estado a todos los niveles, a nivel deportivo y también a nivel más de sensaciones diarias, de alimentación, de todo, así que muy contento también por ello.

  1. Por suerte te has recuperado del mal trago. ¿Cómo te ayudó el deporte en esos malos momentos?

El deporte en mi caso ha sido el impulso para recuperarme en su totalidad. Porque considero que el deporte o los propios valores del deporte son perfectamente aplicables en el día a día. Valores como el esfuerzo, la constancia, la determinación, la humildad también, pues son valores que te hacen superarte. Superarte en el día a día, superar un mal trago como el que yo tuve, y después aplicarlo a todos los niveles de la vida personal de cada uno. A nivel emocional, a nivel familiar también, a nivel de amistades, a nivel espiritual, a nivel psicológico por supuesto, y a nivel físico. Entonces para mí ha sido el motor que me ha hecho el que pueda llegar a recuperarme y el poder hacer todos los retos deportivos que he hecho hasta ahora y que han servido para transmitir que se puede superar un mal trago, o cualquier tipo de enfermedad, circunstancia o problema que se te pueda presentar en la vida. Y por supuesto a nivel de salud. A mí a nivel de salud el deporte me ha hecho poder recuperarme y el poder decir que a día de hoy tengo una buena salud y de que realmente a través del deporte, y a través de la alimentación y del descanso y demás llevo una vida saludable a diario.

  1. ¿Crees que tus propios retos han sido más algo físico o algo mental?

En mi caso yo creo que ha sido sobre todo mental, más mental que físico. Lógicamente tienes que llevar una preparación física y una base física importante para afrontar retos deportivos de este tipo, de tantos kilómetros y a priori tan duros, pero en mi caso ha sido sobre todo un trabajo mental y psicológico. Yo creo que cuando ya te fallan las fuerzas a nivel físico, la mente es lo que te proporciona los recursos necesarios para poder conseguir llegar hasta el final. Y si no llevas bien preparado el coco, y si no has hecho un trabajo psicológico y mental previo, por muy bien que vayas físicamente preparado, retos de este tipo como el Ironman, el Utraman o el reto de cruzar a nado el lago Ness son inviables. Por muy preparado físicamente que vayas, si el coco no lo tienes en su sitio y no vas bien preparado a nivel mental, yo creo que es complicado terminarlos.

Abel en el Ultraman de Australia.
  1. En tu blog y en tu canal de YouTube cuentas muchas cosas, incluyes consejos y esperanza para aquellos que te leen o te ven. ¿Qué le dirías a alguien que se encuentra en la misma situación en la que tú te has encontrado?

Le diría que nunca pierda la esperanza. Ni la esperanza ni la ilusión por recuperarse. Yo entiendo perfectamente a las personas que pueden estar en un momento complicado, sobre todo a nivel psicológico y emocional, pero que tengan esperanza de que se puede salir de ahí y de que se puede uno recuperar y de valorar lo que le ha pasado. Como ya dije, ahí tienes dos opciones: o estar lamentándote de por vida de lo que te ha podido pasar en un momento dado, con una enfermedad, con un accidente, con cualquier otro problema, y tienes dos opciones, o lamentarte o tirar para adelante y querer mejorar, querer desarrollarte como persona, seguir creciendo, valorando los pequeños detalles de la vida. Y le diría que tengan esperanza e ilusión por la recuperación. Después la vida se ve de otra manera, es lo que dije también en otra pregunta que empiezas a valor realmente los pequeños detalles de la vida, que son los más naturales y que son los que importan. Así que eso, que tengan fuerza, motivación para afrontar el día a día, esperanza, ilusión, y que nunca dejen de creer en sí mismos.

  1. ¿Cuáles son las conclusiones que sacas de tu propia historia?

La conclusión es principalmente el entender que lo que me pasó me pasó porque me tenía que pasar, y que a partir de ahí, esa desgracia entre comillas, me han servido para que hoy pueda de una manera o de otra esté ayudando a otras personas con todo lo que he hecho a nivel deportivo, con lo que pretendo transmitir a través de las redes sociales, del blog, del canal de Youtube. Entonces mi principal motivación a diario es esa, que ya que me pasó lo que me pasó, pues que colateralmente pueda ayudar a otras personas a que se superen, a que se motiven, a que tengan fuerza, a que quieran llevar una vida mejor, a que tengan esperanza para poder superarse y superar los problemas, y para transmitir esa energía positiva que a todos nos hace falta de vez en cuando y yo siempre lo digo, aunque suene feo, bendita enfermedad, porque me he podido recuperar  ha servido para que haga todo lo que he hecho, y yo creo que puede estar sirviendo a que otras personas sean más felices, o puedan llegar a ser más felices en un momento dado, que crean en sí mismas, para transmitir y comunicar de que se puede superar un problema o una circunstancia adversa en la vida, y que la vida es muy bonita para vivirla y para disfrutarla. Y en mi caso a través del deporte, yo creo que es un vehículo de comunicación que es muy bueno para poder transmitir lo que quiero, el tema de la superación y el querer crecer como persona a diario. Y eso para uno mismo y para todos los que te pueden rodear en tu vida, tu familia, tus amigos, en tu trabajo, etc. La conclusión es esa, si te pasa algo malo en la vida, tira “palante” y lucha, lucha hasta el final porque siempre hay una pequeña esperanza de que se puede conseguir, así que a todo el mundo: adelante.